La Profesión.

Por las aulas de la Joso han pasado una buena parte de los que ahora constituyen a mi modesto juicio quizás la mejor (esta sí) generación de autores de cómic de los últimos 20 años.
Sólo citaré dos de ellos como botón de muestra, porque la lista es extensa: Ramón Bachs y Kenny Ruiz.
Perdonadme todos los demás, estoy trabajando en un post con una lista más representativa.
En general, lo que me gusta de ellos es que han entendido el cómic en un contexto amplio, como un medio a través del cual expresarse, divertirse y ganarse la vida. Para ello dibujan bien, narran bien y hacen historias en las que creen, replicando el disfrute que sienten cuando leen un tebeo.
He tenido el honor de compartir clase con alguno de ellos en un momento (4º de Art Gràfic) en que resultaba ya difícil poder enseñarles algo, pero aún así conservo un grato recuerdo de su paso por clase, aunque no puedo imaginarme dos caracteres más opuestos.
Todo lo que en Ramón era discreción en Kenny se convertía en efusividad ¡los que lo conocen ya sabrán a que me refiero!
En concreto recuerdo cuando tras su paso por una agencia para la que trabajo asiduamente, repartió con ánimo jocoso por clase fotocopias del último trabajo del profe: ¡varios números de Digimon en alemán!.
Como el paso de los años ha hecho que cambie bastante mi percepción del ámbito de la profesión de dibujante de comic, cuelgo aquí una muestra de ese trabajo, particularmente apreciado por los nuevos alumnos.
Me siento orgulloso de haber podido hacer un manga más o menos potable, y lo único que me molesta es que, por las características de los encargos de agencia, no pudiera firmarlos.
Cuando me sea posible, postearé también algunos ejemplos de Totally Spies, otro semi-manga en el que trabajé hace años.
Y además, un enlace con el blog de Kenny, para que disfruten.






fruten.